Este fenómeno climático está asociado al calentamiento del océano en las zonas central y oriental del Pacífico tropical, lo que influye en el aumento de las temperaturas mundiales.
Ocurre cada dos a siete años y generalmente dura de nueve a doce meses.
El Niño actual, que comenzó en junio de 2023, se encuentra entre los cinco más intensos jamás registrados, según la Organización Meteorológica Mundial.
Los últimos nueve años han sido los más cálidos de los que se tiene registro. Esto, a pesar de que desde 2020 hasta principios de 2023 se presentó un episodio de La Niña que ejerció un efecto de enfriamiento.
Y precisamente la organización prevé que La Niña comience entre junio y agosto.
A diferencia de El Niño, este fenómeno produce un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales de las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, además de otros cambios que incluyen vientos y precipitaciones.
La probabilidad de que se den las condiciones típicas de La Niña aumenta hasta el 60% para los meses de julio a septiembre, y hasta el 70% para el período de agosto a noviembre.
En muchos lugares, La Niña produce en el clima efectos opuestos a los que provoca El Niño.
Sin embargo, esto no significa que los efectos del cambio climático se vayan a dejar de percibir a largo plazo, ya que el planeta sigue calentándose debido a los gases de efecto invernadero, advirtió la organización.
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