Cientos de Personas Piden Favores a Raulito, 'El Niño Milagro' en Acapulco
El primer milagro atribuido a Raulito ocurrió en 1997 cuando sanó a una niña de 4 años que padecía cáncer y estaba desahuciada; hoy también acuden extranjeros
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Decenas de juguetes rodean la tumba de Raúl González un niño que murió a los 10 meses de nacido en el año 1933. Foto: Cuartoscuro
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En el viejo panteón de San de Francisco, en pleno centro del puerto de Acapulco, Guerrero, se encuentra la tumba de Raulito conocido como El niño milagroso, un bebé que falleció hace casi un siglo y a quien muchos acuden a pedirle favores desde hace más de dos décadas.
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Susana Curiel, encargada del panteón, da más detalles del fervor hacia este niño que aseguran es milagroso.
Ya ha venido mucha gente a ver el niño y pues este efectivamente, dicen que sí hace los milagros, ahorita ya vinieron ya traen su veladora, ya tienen flores.
Doña Susana, la custodia del panteón, cuenta que el primer milagro atribuido a Raulito ocurrió en 1997 cuando una niña de cuatro años que padecía cáncer y estaba desahuciada se recuperó inexplicablemente luego de que su madre la llevara ante el niño a pedirle el favor.
En su casa, ya esperaban a la niña para despedirla con flores y rezos, pero sin ningún tratamiento médico pronto comenzó a mejorar hasta sanar por completo.
Se bajaron con el doctor que las había canalizado al hospital a ver la niña, dicen que revisó a la niña y dice 'la niña ya no está mal, la niña está bien ya no se va a morir', y que le dice el señor: 'vieja es, el niño del panteón, nos la salvó'.
Milagros atribuidos a Raulito atraen a extranjeros
El caso se divulgó y desde entonces la tumba comenzó a recibir visitantes, no solo del puerto sino de otras ciudades del país y del extranjero. Así lo relata Aurora.
Año con año vengo a prenderle veladoras, para agradecerle siempre los favores que me ha hecho.
A diferencia de las demás tumbas que están olvidadas y en mal estado, la tumba de Raulito siempre está adornada con cientos de juguetes, flores y veladoras.
Susana Curiel, encargada del panteón detalla cuáles son los objetos que traen los creyentes al niño milagro:
Todas las personas que vienen le traen juguetes, le traen flores, veladores, dulces. Las personas que quieren traerles juguetes, le traen juguetes.
En Todos Santos, la tumba del niño Raúl González, quien falleció en 1933, 10 meses después de haber nacido, es la más visitada y siempre está llena de juguetes pese a que constantemente se los quitan para regalarlos a niños huérfanos de distintos albergues de Acapulco.
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Con información de Isaac Flores
HVI