La Compañía de Jesús de México lamentó el posible fallecimiento de José Noriel Portillo Gil alias El Chueco, presunto asesino de los dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Cerocahui, Chihuahua; al mismo tiempo acusó que la aparición sin vida de esta persona de ninguna manera podría considerarse un triunfo de la justicia ni una solución al problema estructural de violencia en la Sierra de Tarahumara.
A través de un comunicado publicado en su sitio web y redes sociales, la organización religiosa dijo que la muerte de Portillo Gil no sería el desenlace que esperaban ni por el que trabajaban.
“La ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”, destacaron.
Sin embargo, lamentaron el fallecimiento de Portillo Gil, al indicar que lamentan todas y cada una de las vidas sesgadas por la violencia que impera en el país.
La Compañía insistió en que se cumplan a cabalidad loas medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instaladas apenas la semana pasada para construir condiciones de seguridad en la región.
Esta mañana, fuentes estatales confirmaron inicialmente la muerte de José Noriel Portillo Gil alias El Chueco, presunto asesino de los dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Cerocahui, Chihuahua, luego de que su hermana, Diana Carolina Portillo, reconociera un cuerpo hallado el pasado el 18 de marzo en una brecha en el municipio de Choix, Sinaloa, de acuerdo con la Fiscalía de ese estado.
Sin embargo, en conferencia de prensa el fiscal de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, dijo que no se puede asegurar al 100% la identidad del cadáver antes de concluir los análisis científicos pertinentes, como la prueba de ADN.
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Con información de N+.
MGM
