Lagos de Moreno, el Corredor de los Campos de Reclutamiento Forzado

Una pregunta se repite en volantes pegados en las calles y las tiendas de Lagos de Moreno, en Jalisco, ¿Le has visto? Es la ficha impresa con la que familiares tratan de ubicar alguna pista de sus desaparecidos.

No hay para este año un registro oficial de las desapariciones en ese municipio. En el Registro de Personas Desaparecidas y No Localizadas del gobierno federal no aparecen datos de ahí para este 2023.

Los datos del gobierno estatal tampoco permiten saber la cifra. El Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición de la entidad solo deja saber que en el estado hay, con corte al 31 de julio de ese 2023, 14 mil 078 personas desaparecidas. 

De Lagos de Moreno solo puede saberse que es el quinto municipio con más desapariciones, con corte a esa misma fecha, con entre 501 y 1000, sin que se precise la cifra exacta ni el año.

Sin embargo, la desaparición de cinco jóvenes, el viernes 11 de agosto por la noche, quienes presuntamente aparecieron después en un video secuestrados por un grupo delincuencial, ha encendido las alarmas respecto a qué sucede en Lagos de Moreno.

La suma de todos los males

En este municipio, coinciden analistas expertos en seguridad consultados por N+, lo que hay es un escenario donde converge todo lo malo que enfrenta México en inseguridad: la guerra entre cárteles por ganar territorio, la necesidad de tener ejércitos para esa guerra, las mayores ganancias por la venta de fentanilo y la complicidad de las autoridades de los diferentes niveles, todo mezclado con una barbarie que marca un punto de quiebre.

En Lagos de Moreno y en la región de los Altos de Jalisco lo que impera es una batalla entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa. El primero tiene el territorio dominado y no está dispuesto a permitir que el otro se lo quite.

David Saucedo, consultor y especialista en temas de seguridad, explica que hace aproximadamente unos dos o tres años, el Cártel Jalisco reforzó su presencia en Lagos de Moreno, a raíz de los intentos de incursión en la zona del Cártel de Sinaloa.

De hecho, dice el analista, en el video que circuló y que muestra la tortura de los jóvenes desaparecidos, el viernes 11 por la noche, tiene un cintillo que dice puro MZ (presuntamente en referencia a Ismael, el Mayo, Zambada) pero todo parece indicar que la atención nacional e internacional que atrajo el caso orilló a los de Jalisco a pretender culpar del hecho a los de Sinaloa.

“Pero en Lagos de Moreno el que tiene presencia es el Cártel Jalisco, incluso la zona está blindada por la seguridad pública municipal y por el mando regional de la policía estatal, quienes están bajo las órdenes de esta unidad criminal, para que no entren otros cárteles”, asegura Saucedo.

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La necesidad de un ejército en este punto nodal

Para esa guerra que está en pleno desarrollo se necesitan reclutas, así que el Cártel Jalisco está recurriendo al secuestro y a la desaparición forzada para llevar a jóvenes a campamentos, donde los entrenan. Los obligan a asesinar, a torturar, a desmembrar y hasta a comer carne humana para prepararlos como sicarios, dice Saucedo. 

Francisco Jiménez, integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), señala que se han encontrado campamentos con reclutas forzados en los que se cometen actos de barbarie, “de total locura, con los que se ve cómo los grupos criminales, en este caso el Cártel Jalisco, ha multiplicado su ferocidad. “Hemos entrado a otra fase en Jalisco y en México, con este modus operandi irracional, indescriptible”.  

Una de las hipótesis que se tiene en torno a la desaparición de los cinco jóvenes, el pasado 11 de agosto, es que los secuestraron para reclutarlos forzadamente, pero las cosas se salieron de control. “Se les salió de las manos, tanto que estos hechos han provocado que se caliente la plaza, como se dice; es decir, que llegue la Guardia Nacional a hacer presencia”, indica Saucedo.

Ahora bien, ¿por qué es tan importante esta zona como para desatar una guerra entre cárteles? Porque Lagos de Moreno está en un corredor muy importante para el trasiego de todo tipo de mercancías.

“Lagos de Moreno tiene varios corredores naturales que conducen directamente a Mazatlán, en Sinaloa, a Querétaro, a Guanajuato, al mismo Puerto Vallarta, en Jalisco, entonces es una región de relevancia desde el punto de vista geográfico”, explica Francisco Jiménez.

Estamos desahuciados

Ante los hechos ocurridos con los cinco jóvenes desaparecidos el 11 de agosto, las autoridades se han echado la bolita. Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, declaró que era algo que le tocaba al gobierno federal y este no ha dado una respuesta clara frente al asunto.

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Rogelio Barba, también integrante del Observatorio de Seguridad y Justicia de la UAG, precisa que ante una criminalidad emergente como esta, el Estado responde con dimes y diretes.

“Esto no es aceptable, no hay motivo para estos dimes y diretes, porque el marco legal establece que debe haber coordinación entre los distintos niveles de gobierno, de los que se espera una respuesta coherente, que satisfaga este clamor social, la gente en Lagos de Moreno, y en muchas partes de Jalisco, está aterrorizada, y al ver este circo que se monta entre el ejecutivo estatal y federal, pues nos sentimos desahuciados”.

Pero más allá de la inoperancia de lo que también se trata aquí es de corrupción y colusión de las autoridades con los grupos criminales, coinciden los analistas. 

“Los cárteles son los que controlan a los gobiernos, aquí en Lagos de Moreno, en Jalisco, y en muchas partes del país. Son los que ya están tomando las decisiones y palomeando a regidores, a presidentes municipales y eligiendo directores o comisarios de las policías municipales”, dice Jiménez.

La colusión que obliga al silencio

Ante el crecimiento y la agresividad de los cárteles y la colusión de las autoridades, muchas personas optan por buscar a sus familiares desaparecidos en silencio y sin denuncia de por medio.

“Un abogado me comentaba que los ministerios públicos de Lagos de Moreno tienen prohibido levantar denuncias por desaparición. Cuando llega alguien a intentar ponerla, el propio MP los persuade para que no lo hagan, diciéndoles si ya desapareció su hija o su hijo, ¿quiere que desaparezca ahora el otro o su esposo? Los propios MP obligan a las familias a replegarse”, sostiene David Saucedo.

Y claro, las investigaciones que tendrían que hacerse no se realizan. Héctor Flores, cofundador del colectivo de búsqueda Luz de Esperanza en Jalisco, dice que en el estado lo que impera, cuando se denuncia la desaparición de una persona es la inoperancia, la corrupción y la colusión.

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El primer acto de investigación que tiene que hacer la autoridad es la inspección judicial y esta se realiza en muchos casos después de un año o a los siete meses; además no se realizan las entrevistas con testigos y posibles responsables que se deberían de hacer y si se hacen no están apegadas al protocolo, así que solo revictimizan a las familias y a las personas desaparecidas.

Tampoco se hacen croquis de las posibles rutas de escape, no se solicitan los videos de las cámaras de C5 y C4 a tiempo, no se hacen análisis de contexto. “Solo se dedican a revictimizar, a criminalizar e incluso a veces hasta obstaculizarnos, porque nos niegan a las víctimas hasta la copia de la denuncia, cuando se logra hacer, hay acciones sistematizadas para que no se le dé seguimiento a la investigación, incluso con actitudes amenazantes”. 

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