Damnificados de Huracanes Ingrid y Manuel Cumplen 10 Años sin Vivienda Digna, en Guerrero
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En 2013, los huracanes Íngrid y Manuel impactaron Guerrero causando la muerte de 157 personas y cientos de damnificados. El gobierno de Peña Nieto les prometió casas nuevas, pero la realidad es otra
Viviendas para damnificados de Ingrid y Manuel están inhabitables, en Guerrero. Foto: N+
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Hace 10 años, Acapulco y varias zonas de Guerrero fueron impactados por dos huracanes que dejaron cientos de damnificados.
En septiembre de 2013, los huracanes Íngrid y Manuel impactaron Guerrero causando la muerte de 157 personas. Además, decenas de familias perdieron sus casas.
El gobierno del entonces presidente, Enrique Peña Nieto, lanzó, en 2014, el plan Nuevo Guerrero, que contemplaba la construcción de 43 fraccionamientos para reubicar a comunidades afectadas.
Diez años después, 30 de los 43 fraccionamientos están vacíos y los otros 13 están semihabitados pues se construyeron mal, sin servicios básicos o en predios irregulares, reconoció la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
José Luis Campos Hernández es uno de los damnificados de Omitlán, Guerrero, a los que les dieron una vivienda en un fraccionamiento que se construyó del otro lado del río y que actualmente está casi vacío.
Nos dieron una casita allá en el otro lado, pero pues no nos vamos a vivir porque pues la casa es una gotera, llena de agua, ¿para qué vamos allá?, luego cuando llueve pues igual la carretera, ya cuando llueve pues no podemos salir.
En Azinyahualco, perteneciente a Chilpancingo, también les construyeron un fraccionamiento con 93 casas, que nunca se han ocupado.
Según Noé Torres, comisario de Azinyahualco, las casas están mal construidas y tienen filtraciones de agua. Esto y los sismos que ha habido en Guerrero han provocado que las casas estén cuarteadas.
Cuando llueve las viviendas quedan anegadas.
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Varias familias de la comunidad de Balzamar, perteneciente al municipio de Leonardo Bravo, decidieron usar las viviendas que les construyeron sin servicios básicos, cerca de Chilpancingo, porque no tienen a dónde más ir.
“Que nos ayuden pues con lo de los servicios, con lo de las escuelas, tenemos harto niño que van a la escuela en casitas prestadas”, denunció Bulmaro Cayetano Moso, comisario del Nuevo Balzamar.
En el Nuevo Mirador, en Chilpancingo, las casas están tan mal hechas que 212 han sido demolidas ante el riesgo de que cayeran sobre otras.
“Nos dijeron al principio que nos iban a dar una casa, nos iban a dar espacio para tiendas, mercados y todo, pero ¿dónde está? Y nos tienen encimados... como animales”, señaló Esperanza Remigio, vecina de la Unidad Nuevo Mirador.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano informó que trabajan en un programa para escriturar las viviendas y se espera, a partir de próximo año, una inversión para rehabilitar las casas.
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Con información de Arturo Ortiz Mayén, N+
AAE