Bulma es una perrita pitbull que vivía en Santa María Xalostoc, municipio de Ecatepec. Los habitantes de la zona solían cuidar de ella, hasta que, a finales del mes pasado desapareció.
Cuatro días después, Bulma fue localizada y rescatada. Presentaba una prominente herida en su lomo. Su piel fue arrancada en una franja de la espalda y el abdomen.
La preocupación crece no sólo por las terribles acciones contra los perritos y gatitos, sino por la amenaza constante de que algo así le suceda a alguna de las personas que vive o cruza por el lugar.
Vecinos abrieron una petición en el sitio change.org en la que se exige a las autoridades correspondientes, el presidente municipal Fernando Vilchis, el jefe de policía César de Jesús García Pacheco, la PROPAEM, la jefa de Protección Civil y Bomberos del municipio, Victoria Arriaga Ramírez, y al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, que tomen cartas en el asunto e indaguen a fondo en este reprobable suceso y así, con el apoyo y la difusión correspondientes, se ponga un alto a estos crímenes.
En este momento, ella se encuentra en estado grave en el Hospital Veterinario, mientras la indignación crece entre vecinas y vecinos de Ecatepec.
La investigación indica que sus agresores son un grupo de jóvenes que en varias ocasiones han sido reportados por consumir drogas y realizar actos violentos en contra de animales.
Sigue leyendo: