Barrio Box, Proyecto que Salva a Jóvenes de las Calles
Infantes y adolescentes se ejercitan en medio de una barranca que ha sido habilitada por vecinos del Barrio de Praderas de San Mateo, en el Estado de México
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Hace tres años, Carlos Méndez, habitante de Naucalpan Estado de México, emprendió un proyecto que, en primera instancia, lo desarrolló en la cochera de la casa de su mamá.
Hoy este plan ya es un hecho. “Barrio Box”, recibe a decenas de niñas, niños y adolescentes de la zona, quienes cambiaron las calles, por la práctica de este deporte de puños y disciplina. Los sueños de niñas, niños y adolecentes, sobresalen en medio de una barranca polvorosa y en declive, que se ubica en el Barrio de Praderas de San Mateo, en Naucalpan, Estado de México.
El fundador del Proyecto Barrio Box, explicó que en un principio sólo entrenaban tres personas: su hija, su sobrina y él. Posteriormente recuerda que invitaron a un amigo, y éste a su vez llegó con más amigos. Finalmente recuerda que llegó un momento en que ya no cabían en la cochera de la casa de su mamá.
Barrio Box es un proyecto no lucrativo que busca cambiar destinos. Carlos Méndez sostuvo que el objetivo principal ahora es rescatar a los jóvenes de la calle, de los vicios y el peligro. "El objetivo del barrio es rescatar a los chicos de la calle, como su nombre lo dice: el barrio. El barrio donde vivo es peligroso, el barrio donde vivo es malo para los niños, la calle absorbe."
El familiar de un adolescente que acude a estas prácticas deportivas compartió que su hijo “salió de la depresión”, además de haber “bajado de peso”, luego de sufrir bullying en su escuela.
Video: Jóvenes Cambian las Calles por el Box
Barrio Box también ha cambiado espacios
Una pequeña parte de la barranca conocida como "La Coyotera" , donde se ejercitan estos pequeños deportistas, ha sido poco a poco rehabilitada y acondicionada entre vecinos de la zona, aunque eso implicó superar obstáculos y unir fuerzas.
Una vecina refirió que hasta les “han aventado patrullas” al ir modificando la zona, aunque no entiende este proceder dado que “no le hacemos mal a nadie”, sostuvo.
Familiares de estos jóvenes, coordinados por Carlos Méndez, han acondicionado una parte de esta barranca, al colocar esta especie de gimnasio de boxeo improvisado, hecho con tubos, y demás material reciclado conseguido entre la gente que vende fierro viejo.
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Con información de Heatzi Valdez Anaya
LAV/JLR