Así Impactan los Nómadas Digitales la Vida en CDMX

Basta con echar un vistazo a los cafés de la colonia Roma de la Ciudad de México (CDMX) para percatarse de inmediato de que mucha de su clientela es, muy probablemente, nómada digital. 

Son millennials  que pueden saltar de una ciudad a otra gracias a las facilidades del trabajo remoto. ‘Un excelente consumidor’, según restauranteros y un problema de vivienda, según capitalinos.  

Todo estalló hace un par de años, con la pandemia de covid. Después del encierro, México fue uno de los pocos países que nunca cerró sus fronteras. Esto permitió que los turistas fueran parte de la reactivación económica.   

La megalópolis tiene una gastronomía vasta, museos por doquier y bares que nunca duermen. Venir aquí es muy sencillo. Los turistas pueden estar hasta seis meses sin necesidad de tener una visa. 

Actualmente, la Ciudad de México es el tercer destino más popular entre los trabajadores remotos por detrás de Bangkok o Buenos Aires, lo cual sería una gran noticia si estuviera planeado, sin embargo, genera un problema de vivienda.  

Muchas inmobiliarias y arrendadores están transformando las viviendas en alojos de corto plazo. Tan solo en la alcaldía Cuauhtémoc hay casi 10 mil airbnbs, 8 mil activos que representan el 5% de las 196 mil 466 casas habitables que existen en la demarcación.  

Lo cierto es que los airbnb representan un problema muy menor cuando se le compara con el desastre que ha sido la planeación urbana de la ciudad en los últimos años.

Entre el Colonialismo y la Gentrificación   

Mientras algunos debaten si la forma de vida de los extranjeros en la capital es una nueva forma de colonialismo, las manifestaciones de xenofobia, las altas rentas y la escasez de vivienda en zonas donde se necesitan amenazan con volverse un peligro.

El problema surge cuando los centros de trabajo se concentran en las mismas áreas que los apartamentos vacacionales. Actualmente, la mayoría de los alojos temporales se concentra en el corredor que va de la zona de Chapultepec al Centro Histórico. Ahí, las rentas se vuelven carísimas.

Por si fuera poco, no se construye vivienda donde la gente lo necesita y el desarrollo urbano está rezagado. Pero en lugar de enfrentar el problema de fondo que es el desarrollo urbano, el gobierno de la CDMX se está centrando en los alojamientos de Airbnb.  

La administración busca que la capital sea sede del ‘turismo recreativo’, pero apenas discute cómo debe regularlo.  

En ciudades como Ámsterdam o París se limita la cantidad de tiempo que las propiedades pueden funcionar como airbnb con un máximo de 120 noches; en Barcelona se prohibió abrir más hospedajes en la zona céntrica y en Italia se agregaron impuestos especiales que varían en función de la época del año para los turistas.  

Falta por verse qué decisión tomará el gobierno de la Ciudad de México cuando parece que el fenómeno ya nos está rebasando.

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