El lento crecimiento económico de Estados Unidos podría convertirse en una recesión que afectaría considerablemente el ritmo comercial en México. Así lo explicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
De acuerdo con los especialistas, el panorama en materia financiera luce “altamente incierto” en el contexto internacional y nacional con la presencia de diversos factores de riesgo.
"Las recientes decisiones de la Reserva Federal (estadounidense) y el Banco Central Europeo parecen dejar claro que en 2023 no habrá un cambio a la baja y está por verse si la inflación efectivamente descenderá al ritmo que se desea", indicó el presidente de la IMEF, Alejandro Hernández en conferencia de prensa.
Por esta razón, anticipan un crecimiento del 1.2% para el Producto Interno Bruto (PIB) de México en el 2023, desde el 3% previsto para este año.
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Ahora bien, en el caso de los riesgos externos destacan la posibilidad de una mayor persistencia de la inflación, que obligue a los bancos centrales a continuar presionando con una postura monetaria más restrictiva.
A lo anterior, también podría sumar el agravamiento del conflicto bélico en Europa del Este; es decir, que intensifique repercusiones económicas en el suministro de materias primas y presiones de precios.
La economía mexicana se considera como la segunda mayor de América Latina después de Brasil.
Según los datos oficiales más recientes, el año pasado México creció financieramente un 4.7%, tras el colapso del 8.2% que se registró en 2020 debido a la aparición del coronavirus.
Con información de Xinhua
EPP
