"Tan Cerca de las Nubes", la Historia del Equipo de Futbol Femenino que Rozó la Gloria
Un equipo femenil de futbol llegó a la final de un campeonato mundial hace medio siglo, pero a punto de tocar la gloría máxima, un complot las hizo caer y quedar olvidadas
Andrea Vega
Jugadoras de la selección que disputaron dos campeonatos mundiales. Foto: Fototeca BAROM
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Pocos recuerdan esta historia. Era 5 de septiembre de 1971, el Estadio Azteca, en la Ciudad de México, estaba repleto, con alrededor de 110 mil personas. Se jugaba una final de una copa del mundo y el equipo de casa estaba ahí, disputándola. Era la selección femenina de futbol, esa que logró un tercer lugar mundial un año antes, en 1970, en Italia, y que ahora disputaba el primer lugar. Esa que las jugarretas del futbol varonil enterró y la gente olvidó.
De esa selección, sus glorias y caída, trata la historia del documental "Tan cerca de las nubes", del director Manuel Cañibe, que se podrá ver por VIX a partir del próximo 15 de noviembre, y que en el Festival Internacional de Morelia resultó ganador en la categoría Ojo de la sección michoacana.
El filme, que es una producción de N+ Docs, Éramos Tantos, Estudio Audiovisual, Ruta 66 Cine y Filmadora, busca rescatar y dar a conocer la historia de esta selección femenina y su trascendencia. Pasarían tres décadas para que un equipo masculino, con todo el apoyo que no tuvieron aquellas jugadoras, llegará a las mismas instancias que alcanzaron ellas, con apenas unos meses de entrenamiento y un apoyo casi nulo.
"Tan cerca de las nubes", historia relatada por quienes integraron esa selección, va a los orígenes de las jugadoras, a los juegos callejeros con los hermanos y los amigos, a los torneos de cuadra contra cuadra, a los inicios en la incipiente liga femenina del América.
Cuenta también la llegada de la inesperada invitación para que México participara en el primer campeonato mundial de futbol femenino, y como más de 300 jugadoras se presentaron para el selectivo. El documental retrata también cómo se gestó una especie de complot, urdido desde el futbol varonil y comercial, para hacerlas caer y que quedaran olvidadas.
Manuel Cañibe relata, en entrevista con N+, que a él no le tocó vivir aquella final en el Estadio Azteca, pero conocía su historia por boca de sus familiares, de su propio padre, todos aficionados al futbol. Así que ya de adulto, cuando lo llamaron para montar una exposición sobre este deporte, quiso incorporar una parte de futbol femenil y por supuesto a las jugadoras que en 1971 hicieron vibrar a todo un país.
Una historia que contar
Investigando para esa exposición, decidió que la historia tenía que llevarse a las pantallas y empezó la búsqueda de las jugadoras. “Junto con mi hermano (Christian Cañibe, involucrado en la producción del documental) nos dimos a la tarea de encontrarlas. Hicimos contacto con Alicia Vargas, la famosa Pelé, y ahí se abrieron las puertas con las demás compañeras, porque es un grupo que se ha mantenido muy unido”, narra Manuel Cañibe.
El cineasta dice que de hecho esto es una de las cosas que más le sorprendió de conocer a las jugadoras, la unión que han mantenido a pesar de los descalabros y el paso del tiempo. Esta unión, señala Cañibe, “que se refleja en la película y es parte de las reflexiones que se hacen, este valor de equipo, de tener objetivos colectivos, la armonía, el compañerismo, ellas lo han traducido y trasladado a la vida más allá del deporte”.
Alicia Vargas, quien anotó cinco goles en el primer campeonato mundial de futbol femenil en 1970, en Italia, y a la que la prensa europea comenzó a llamar La Pelé, recuerda que viajaron a aquel mundial sin nada de apoyo, los uniformes les llegaron cuando estaban a punto de abordar el avión y la bandera para la ceremonia del himno se la tuvieron que hacer de improviso, pegándole el escudo a una de Italia.
Éramos unas niñas, de 15, 16, 17 años, que como yo digo apenas conocíamos las trajineras (de Xochimilco) y de pronto fue súbete a un avión y vámonos al campeonato del mundo. El primero partido nos tocó contra las australianas. Las veíamos y eran muy altas y robustas. Pero dijimos bueno, pues no las vamos a cargar, vamos a jugar futbol. Ellas son 11 y nosotras 11, así que a darle. Y ganamos.
De aquel primer campeonato mundial de 1970 se trajeron el tercer lugar. La prensa en México se encargó de hacer eco de su logro y en el aeropuerto las recibieron con mariachis y como heroínas, Era el despegue del furor que culminaría un año después, con el Estadio Azteca abarrotado en cada partido que disputaban.
En 1971, México fue la sede del segundo campeonato mundial de futbol femenil y la emoción se desató. “Este capítulo que protagonizaron las seleccionadas mexicanas de 1971 se volvió un suceso en todo México, muchísima gente de aquel entonces lo recuerda por lo especial que fue ese capítulo y lo trascendental. Todo el país se emocionó con la posibilidad de que México tuviera una representación a la altura de lo que la gente estaba deseando en el campo deportivo”, dice Cañibe.
Vargas cuenta que un año antes, habían acudido a apoyar a la selección varonil, en sus juegos del mundial, en el que quedó campeón Brasil.
En esos partidos nosotras íbamos como espectadoras a apoyar a México, imagínate la impresión, la emoción, de estar después en la cancha, como protagonistas, con aquello lleno y el estadio retumbando con los gritos de México, México.
Una caída planeada
Las jóvenes lograron llegar a la final, después de derrotar a selecciones como la de Argentina e Italia, con mucho más trayectoria y apoyo que el que ellas tenían, puesto que el campeonato del futbol femenil no era apoyado por la FIFA.
Eso acabaría por marcar la derrota. Unos días antes de que se jugará la final, tal como se narra a detalle en el documental, se empezó a gestar un presunto complot, desde el futbol varonil, que acabaría por descolocarlas para el juego de la final, del que quedaron subcampeonas.
“¿Cuáles fueron las causas para que el fútbol femenil sufriera un bloqueo en ese momento no solamente en México sino a nivel mundial? Pues tuvo que ver simple y sencillamente con quienes organizan y controlan el futbol a nivel global desde hace un siglo”, sostiene Cañibe.
Después de eso, vino el alejamiento del futbol y el olvido de la gente. En "Tan cerca de las nubes" se retrata cómo ellas tuvieron que bajar de la gloria, de la fama efímera, al abandono. Pasaron de ser famosas y queridas, a estar ignoradas durante años y años, hasta que Cañibe decide rescatar su historia.
El trabajo documental que se hizo para este relato fue monumental. El director del filme buscó a un fotógrafo, miembro de una dinastía de fotógrafos, que le ayudó a recopilar el material. Encontrarlo fue también una enorme sorpresa que envolvió al director.
Por tratarse justamente de una historia que se había quedado sepultada tanto tiempo estábamos a la búsqueda de esas piezas casi arqueológicas, pero este fotógrafo logró rescatar una gran cantidad de negativos, y muchas de esas imágenes, que no se vieron nunca en los periódicos con tal calidad, quedaron plasmadas en la película.
Así es como Cañibe logró revivir en la pantalla las imágenes del Estadio Azteca rebozante, ante los triunfos de aquellas jugadoras, casi niñas, que hacían que un cosquilleo de emoción recorriera la piel de los aficionados, y ahora de los espectadores.
A través de esos momentos históricos, el filme retrata además cómo entonces, pero también ahora, el futbol es una especie de activismo por la equidad entre hombres y mujeres, a quienes desde aquel 1971 y aún ahora se le siguen negando espacios y beneficios. “La situación en este ámbito – señala Cañibe- evidentemente ha tenido evolución, pero sigue siendo un tema con muchos pendientes”.
Alicia Vargas, La Pelé, la goleadora del campeonato mundial de 1970 dice que espera que quienes vean el documental "Tan cerca de las nubes" vivan, como vivió entonces la gente y ellas, la emoción de haber disputado un campeonato mundial, y a las nuevas generaciones de la Liga MX les deja el mensaje de que conozcan o se acuerden de aquellas jugadoras pioneras que lucharon para que ahora ellas estén jugando futbol.
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