'Dios Me Dio el Don de la Lucha Libre': Místico en Exclusiva para N+

Místico es uno de los luchadores favoritos de la afición mexicana. A lo largo de 20 años de carrera, "El Príncipe de Plata y Oro" se ha ganado el corazón de la afición con sus vuelos espectaculares y las llaves que ha consolidado como propias. 

En exclusiva para Despierta, reveló que antes de llegar al profesionalismo y comenzar su carrera en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) trabajaba en la Arena México como parte del personal de seguridad.

Tengo muchas cosas grabadas que yo me imaginaba en la cabeza de algún día estar aquí. Yo siempre he dicho que los sueños existen, la buena suerte existe.

Místico recordó que hace muchos años, gracias al apoyo de su familia, comenzó su sueño; fue su madre quien lo llevó por primera vez a la Arena México, por eso recuerda que los orígenes de su trayectoria como luchador comenzaron como un aficionado más de este deporte.

En su juventud, entrenó con uno de sus tíos, Tony Salazar, y recordó con cariño la tarjeta de acceso que se le otorgaba al pagar la mensualidad para poder entrenar en las instalaciones de la "Catedral" de la lucha libre mexicana, y al finalizar su entrenamiento, podía quedarse a ver la función del día.

La lucha libre cambió muchísimo. Místico vino a innovar la lucha libre. Quedar dos segundos en el aire para posar para una foto, pero es algo para lo que no me preparé, no entrené, no me enseñaron; es algo que Dios me dio, me dio el don de la lucha libre, me dio esa luz.

Pero triunfar en un deporte de contacto no es cosa fácil, pues "El Príncipe de Plata y Oro" reveló que casi todo el lado izquierdo de su cuerpo es como "un Robocop", producto de las múltiples lesiones que ha sufrido a lo largo de su carrera. Tiene una placa en la clavícula, además de cables y tornillos, y aunque cualquier otra persona podría ver esto como algo negativo, para Místico son "trofeos". 

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El gladiador mexicano también reveló que cuenta con un récord de haber luchado ocho veces en un mismo día, pero como era de esperarse, su cuerpo le pasó la factura. 

Terminé en el hospital con suero porque me dio un desgaste físico. Me desvanecí, y mi máximo rival, Averno, estaba viendo y él fue el que me llevó al hospital.

Al recordar a leyendas de la lucha libre mexicana, Místico reconoció el impacto que tuvieron en el deporte mexicano. En el caso particular de Dr. Karonte, su padre, señaló que siempre lo admirará y que siempre le dedicará sus luchas.

"El Príncipe de Plata y Oro" también habló de lo que significaron algunos colegas de profesión en los inicios de su carrera. Señaló que al principio de su trayectoria profesional, Último Guerrero siempre buscaba quitarle la máscara.

Para terminar, Místico reconoció que ha escrito su propia historia en el libro de la lucha libre mexicana, pero añadió que para llegar "a la misma mesa" de El Santo y Blue Demon, aún falta camino por recorrer.

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Con información de Antonio Nieto

OAGL