En el clásico regio disputado en los octavos de final de la Leagues Cup, en el Shell Energy Stadium de Houston y donde Monterrey clasificó a la siguiente fase, Diego Lainez, de Tigres, reclamó al árbitro una jugada que según el delantero debía ser penal.
Durante una acción al minuto 53 del partido Tigres-Monterrey en Texas, el delantero Diego Lainez entró al área chica después de burlar a un defensa y al mandar un centro por la izquierda estrelló el balón, según el delantero universitario, en la mano del defensa Luis Romo.
De inmediato, hizo una serie de aspavientos y reclamos. El más notorio y como último recurso al ver que el árbitro no le creía, le “juró por Dios” que había sido mano y que merecía ser marcado un penal.
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Situación que a pesar de buscar la ‘intercesión divina’ no fue marcada por el silbante. El mismo defensa rayado negó en todo momento la falta y de nada sirvieron los posteriores reclamos de los jugadores de Tigres.
Finalmente, el partido transcurrió y Monterrey logró el pase a cuartos de final, con un penal de Sergio Canales, donde enfrentará al LAFC del mexicano Carlos Vela.
De esta manera, Tigres y Querétaro son los equipos mexicanos que siguen vivos en la Leagues Cup.
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