¿Quién Fue Rosario Castellanos, Célebre Escritora Mexicana?

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Autora de obras como ‘Mujer que sabe latín’, Rosario Castellanos fue una de las escritoras mexicanas más importantes del siglo XX; te contamos a continuación su historia

Rosario Castellanos, escritora mexicana autora de ‘Álbum de familia’

Rosario Castellanos, escritora mexicana autora de ‘Álbum de familia’. Foto: Gobierno de México

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Rosario Castellanos es una de las mayores escritoras que ha dado México. Te contamos a continuación sobre su obra, su vida y el gran papel que tuvo en la literatura mexicana del siglo XX.

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Rosario Castellanos, la gran escritora que describió la realidad social de Chiapas

Nacida el 25 de mayo de 1925, Rosario Castellanos creció en Comitán de Domínguez, en los Altos de Chiapas. Perteneció a su rica familia hacendada de la región. Sin embargo, la familia vio mermada su fortuna después de la reforma agraria de Lázaro Cárdenas. 

Cuando tenía 23 años, mientras era estudiante, Rosario Castellanos quedó huérfana. El fallecimiento de sus padres en un accidente representó una nueva penuria económica para la escritora.

En 1950 consiguió mudarse a la Ciudad de México y estudiar una maestría en la Facultad de Filosofía y Letras. Ahí trabó amistad con otros escritores que serían importantes para su generación, como el guatemalteco Augusto Monterroso y el nicaragüense Ernesto Cardenal.

Balún Canán, la novela más conocida de Rosario Castellanos. Foto: Wikicommons | FCE

En 1957, a los 32 años, publicó en el Fondo de Cultura Económica su primera novela: Balún Canán. Esta obra retrata los conflictos entre hacendados y campesinos de Chiapas, en el marco de la reforma agraria llevada a cabo por el cardenismo. En la novela Castellanos estaban reflejadas las experiencias de su infancia en Comitán, así como las tensiones raciales entre indígenas y blancos mestizos que se remontaban a la Colonia.

Esta novela otorgó un amplio reconocimiento a Rosario Castellanos, quien por entonces ya era reconocida como una de las mayores poetas de su generación. Cinco años más tarde publicó una segunda novela, Oficio de tinieblas, que retoma la rebelión chamula de 1867 y que es relacionada, nuevamente, con la época cardenista.

Rosario Castellanos, pionera del feminismo en México

Paralelamente a sus novelas y cuentos, Rosario Castellanos desarrolló una extensa obra poética y ensayística y dramatúrgica. En estos textos la autora chiapaneca meditó también sobre las tensiones sociales, así como la represión que vivían las mujeres de su tiempo.

En su tiempo, algunos de estos textos fueron menospreciados por poner tanta atención en un tema que se consideraba menor, como la emancipación de las mujeres. Actualmente, esta parte de su obra es reconocida como parte toral del movimiento feminista en México.

Rosario Castellanos, escritora mexicana
Rosario Castellanos, autora de Oficio de tinieblas. Foto: Gobierno de México

Casada con el filósofo Ricardo Guerra, Rosario Castellanos llegó a vivir maltrato y el intento de ser relegada a un papel doméstico, lejos de la escritura. Las tensiones en su matrimonio, que se prolongó trece años, derivaron en un divorcio, en una época en la que estos eran condenados moralmente por la sociedad.

Rosario Castellanos se desempeñó como profesora en la Facultad de Filosofía y Letras. También participó en el Instituto Nacional Indigenista. En la última etapa de su vida, fue nombrada como embajadora de México en Israel. En aquel país la autora chiapaneca falleció en 1974, a los 49 años de edad, en un accidente donde recibió una descarga eléctrica. 

Actualmente Rosario Castellanos es reconocida como una de las autoras más importantes que tuvo México en el siglo XX. Sus poemas fueron reunidos por el Fondo de Cultura Económica bajo el nombra Poesía no eres tú. A continuación dejamos su poema más célebre, “Destino”, incluido en este volumen.

“Destino”, por Rosario Castellanos

Matamos lo que amamos. Lo demás

no ha estado vivo nunca.

Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere

un olvido, una ausencia, a veces menos.

Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia

de respirar con un pulmón ajeno!

El aire no es bastante

para los dos. Y no basta la tierra

para los cuerpos juntos

y la ración de la esperanza es poca

y el dolor no se puede compartir.

 

El hombre es animal de soledades,

ciervo con una flecha en el ijar

que huye y se desangra.

 

Ah, pero el odio, su fijeza insomne

de pupilas de vidrio; su actitud

que es a la vez reposo y amenaza.

El ciervo va a beber y en el agua aparece

el reflejo de un tigre.

 

El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve

-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)

igual a su enemigo.

Damos la vida sólo a lo que odiamos.

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