“La maternidad es política”: Entrevista con Isabel Zapata
La escritora Isabel Zapata habla en exclusiva con N+ sobre cómo es escribir desde la maternidad y el papel de este tema en la literatura actual
Elisa de Gortari | N+
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Isabel Zapata (Ciudad de México, 1984) es una ensayista y poeta mexicana. Entre sus libros destacan Una ballena es un país (Almadía, 2019) e In vitro (Almadía, 2021). Este último es parte de una constelación de títulos recientes, hechos por autoras mexicanas, que abordan desde diversas aristas la maternidad.
El interés de la autora en el tema no terminó en este volumen. En mayo del 2023 ha realizado la sexta edición del taller literario Pequeñas labores, dirigido a mujeres que desean escribir sobre sus vivencias como madres.
En N+ conversamos en exclusiva con Isabel Zapata para abordar los pormenores de este taller único en su tipo, que se lleva a cabo en El Traspatio, la librería independiente más importante de Morelia. En el camino, hemos hablado sobre la recepción de In vitro, la escritura de diarios y la evolución que ha tenido la maternidad como tema en la literatura actual.
Pregunta: ¿Cómo surge la idea de lanzar un taller específicamente desde la maternidad?
Respuesta: La idea surge de la necesidad que hay de hablar del tema de manera más abierta y honesta. Creo que a pesar de ser un tema muy universal, pues todos hemos nacido de mujer (de cierta manera todos tenemos contacto con el tema de la maternidad), sigue habiendo una idea romantizada y una reticencia a hablar de los claroscuros y de las partes difíciles que también tiene.
El taller surge con esto en mente para abrir un espacio de confianza, un espacio de generosidad, de acompañamiento, en el cual poder entablar un diálogo al respecto, intercambiar opiniones, experiencias, lecturas, reflexiones.
Pregunta: ¿Qué crees que cambia en quienes asisten a un taller enfocado en escribir sobre o desde la propia vida?, ¿por qué clase de proceso pasan las asistentes a lo largo del taller?
Respuesta: El efecto que tiene, creo, en las mujeres que lo toman es el de una sensación de que lo que viven, lo que han vivido, lo que sienten, no tiene que ser en soledad; de que hay otras mujeres que han pasado por lo mismo y con quienes pueden ser absolutamente abiertas, honestas, sobre estas experiencias y por lo tanto atravesarlas de manera menos dolorosa.
La experiencia común que sucede en los talleres es justamente esta de poder relajarnos entre nosotras, de poder abrirnos, de poder aceptar cosas, sabiendo que no seremos juzgadas y sabiendo que hay del otro lado una persona dispuesta a escuchar y dispuesta a conectar contigo.
Pregunta: ¿Cómo crees que ha evolucionado el tema de la maternidad en la literatura en los últimos años?
Respuesta: Enormemente. Yo creo que los últimos años ha habido (no me gusta llamarlo boom, no sé muy bien qué otra palabra usar) un auge, quizá, del libro sobre maternidad. Si bien antes también se escribía sobre maternidad, quizá empieza a considerarse con justicia un tema literario, un tema que merece ser colocado al centro de la discusión pública, un tema con una relevancia política enorme y no nada más personal, que debe ser platicado al interior del núcleo familiar.
Creo que la maternidad es política y y que el hecho de que se estén escribiendo más libros al respecto (y publicando más libros al respecto y comentando más libros al respecto) es un reflejo de que nos estamos dando cuenta cada vez más de esto.
Pregunta: Cuando uno consulta la versión electrónica de In vitro en Kindle, salta a la vista que es un libro muy subrayado. Frases como "Un bebé promete el futuro, es cierto pero también altera el pasado y lo reescribe" han sido subrayadas varias decenas de veces. ¿Cómo han respondido las lectoras a las experiencias que reflejas en In vitro, qué clase de comentarios te han hecho al respecto?
Respuesta: Creo que In vitro es un libro que de pronto puede verse como un tema muy particular, muy específico. Es cierto que quien lo lee ya ha atravesado una experiencia similar. Creo que quizá tiene un impacto especial en estas mujeres.
En general yo no lo escribí pensando en que nada más lo leyeran mujeres que hubiesen pasado por esto, sino personas interesadas en el tema no solo de la maternidad, sino también del duelo, del deseo; son muchos temas que se entretejen en él. Me siento muy contenta cuando recibo mensajitos o comentarios de mujeres que se han sentido acompañadas leyendo este libro, porque es cierto que es una experiencia muy solitaria la de los métodos de reproducción asistida y estos caminos de embarazos difíciles.
De pronto no hay literatura suficiente. Sí hay por ahí algunos libros, pero la verdad no tantos como debería haber y como yo espero que haya en el futuro. He recibido comentarios de personas contentas de encontrar eco en sus experiencias y eso a mí me da mucho gusto, por supuesto.
Pregunta: En una entrevista con Eugenia Pérez Tomas mencionaste que los diarios fueron “el ejercicio fundacional de escritura en tu vida”. Además de ser el impulso inicial de tu carrera, ¿de qué manera te marcó como escritora llevar un diario? ¿Qué hay aún de esa práctica en lo que escribes hoy en día?
Respuesta: Los diarios fueron el primer impulso de escritura que yo tuve. Empecé a escribir diarios muy chica y no era para nada con la idea de publicarlos ni mucho menos; era una niña. Sí hubo la sensación placentera, que conservo todavía, de poner sobre la página lo que estaba pensando, lo que estaba sintiendo, de tratar de acomodar lo que vivía y de cómo también cambiaba el peso de las cosas cuando se ponían por escrito.
Para mí es muy fundamental todavía la escritura de mi diario, la escritura íntima que no pienso publicar nunca y que es una especie de ejercicio, como de hacer músculo. Aunque no vaya a salir nunca, sí ayuda a hacer un músculo, a pesar las palabras, experimentar con ellas, a entender lo que el lenguaje puede hacer, a sentir su textura, a sentir el efecto que tiene usar cierta palabra y no otra y buscar la palabra perfecta para lo que estás sintiendo.
En ese sentido sí me he marcado como escritora llevar un diario y y hay veces que escribo como si lo que escribiera fuera un diario, como en In vitro, que parece ser un diario de pronto. Es un artificio, de cierta forma: fue escrito en forma de diario, pero no es un diario.
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