Jazmina Barrera Aborda la Vida de Elena Garro en ‘La Reina de Espadas’

En la última década, la obra de Elena Garro ha pasado por una fuerte revalorización. Libros como Debo olvidar que existí de Rafael Cabrera y Elena Garro: la pérdida del reino de Emiliano Ruiz Parra han mostrado una imagen mucho más profunda de la que se tenía de la autora. A esto se debe agregar la reedición de su obra, que ha sido recibida con entusiasmo por una nueva generación de lectoras.

En este contexto, Jazmina Barrera ha publicado La reina de espadas (Lumen), un libro que ofrece una mirada íntima sobre Elena Garro y que apela por igual a los archivos de la escritora como al tarot para ofrecer una mirada distinta sobre la autora de Los recuerdos del porvenir. 

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Las muchas vidas de Elena Garro

Pregunta: Tengo entendido que La reina de espadas nació como una obra monográfica que pronto se desbordó. ¿En qué momento decidiste que necesitabas más espacio y romper la forma, para contar la vida de Elena Garro a tu manera?

Respuesta: Cuando descubrí lo impactante que era la vida de Elena Garro, las muchas vidas de Elena Garro, pues ella vivió todo el siglo XX y muchos eventos afectaron profundamente su vida, vivió en muchos lugares, se transformó continuamente, escribió tantos géneros, tenía tantos intereses. Era tanto lo que había que decir de su vida que me parecía que yo no tenía la manera de hacerlo de manera superficial.

Entonces o le entraba con todo o mejor no le entraba. Decidí que valía la pena o que no tenía otra opción porque ya estaba un poco obsesionada. Se me escapó de las manos la longitud y el formato.

Pregunta: En un punto del libro acudes en persona a investigar en los papeles de Elena Garro resguardados en Princeton. ¿En qué momento tomaste esa decisión?

Respuesta: Cuando me di cuenta que mucha de la información que yo sentía que necesitaba para resolver los misterios que todavía existen de su vida estaba ahí; cosa que no era cierta: yo llegué a Princeton y encontré muchas otras cosas y fue fantástico, pero salí con tantas dudas como había entrado.

Pregunta: Pero conociste a los otros académicos que estaban ahí y pudiste triangular información además.

Respuesta: Eso fue muy divertido porque en Princeton hay muchos archivos de escritores latinoamericanos contemporáneos a Elena Garro y había varios investigadores trabajando cada uno a distintos autores; y de pronto nos dimos cuenta de que convergían, de que en los diarios de uno encontrábamos referencias a un personaje de la vida del otro, de que hablaban entre sí y se carteaban.

Por ejemplo, José Bianco se había carteado con casi todos los otros escritores que estábamos estudiando los que estábamos ahí. Además estábamos inmersos en esos archivos todo el día y saliendo compartíamos nuestros hallazgos. Fue de verdad una experiencia muy memorable.

Elena Garro no fue una espía, pero sí coincidió con Lee Harvey Oswald

Pregunta: Mucha gente conocía a Elena Garro principalmente por los mitos alrededor de su vida. Durante tu investigación, ¿qué mitos tuviste la oportunidad de verificar o de desmentir?

Respuesta: Creo que hay libros de periodismo mucho más documentados que el mío, como el libro de Rafael Cabrera o como el libro de Emiliano Ruiz Parra, que fueron muy importantes para para mi libro. Más bien leyéndolos a ellos comprendí muchas cosas. Descubrí que por ejemplo todo el episodio con el asesino de Kennedy y que ella se encontró en una fiesta con Lee Harvey Oswald tiene visos de verdad, pero a la vez uno de los mitos urbanos es que Elena Garro era espía y pues no.

En realidad la estaban espiando a ella y usaban la información que ella les daba, pero no era que Elena Garro fuera espía. Sin embargo, existe esta historia: estuvo por azares del destino vinculada con el asesino de Kennedy porque le pasaban esas cosas. Es cierto que ella se metía en muchos problemas, pero también la vida la ponía en una circunstancias muy peculiares.

Respecto a los chismes, lo que pasó fue que fui profundizando en el personaje y encontrándome una Elena Garro mucho más compleja de lo que me habían planteado. Hay dos narrativas, una que tiende a demonizarla, a convertirla en una loca. Hay otra narrativa que la convierte en una víctima, que la convierte en una santa y lo que fui trabajando en esta investigación es que en realidad era una persona llena de contradicciones, de ambivalencias, que se transformaba continuamente y que presentaba distintas caras con distintas personas.

Pregunta: Hacia el final de La reina de espadas haces un ejercicio conmovedor cuando preguntas al I Ching si Elena Garro habría preferido vivir en nuestra época. ¿Imaginas a Elena Garro siendo feliz en nuestra época?

Respuesta: Yo creo que había habría sido más feliz. Creo que le tocó una un momento muy difícil para las mujeres del siglo XX. Por un lado todavía existían todos estos valores casi victorianos, decimonónicos, de que las mujeres tenían que estar en el ámbito doméstico, todo lo que significaba ser una buena mujer, todos los estereotipos de género, todos los mandatos de maternidad y matrimonio.

Y por otro lado, ya a finales del siglo XIX se estaba gestando toda la revolución feminista que surgió en el siglo XX y eso le tocó allá también. Estas mujeres estaban en una tortura donde te jala un caballo para un lado y un caballo para el otro, estaban entre dos polos opuestos y eso les trajo mucho dolor. 

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