¿Quién Fue 'El Chalequero', el Primer Asesino Serial en México?

El Chalequero violaba para demostrarles, según él, el poder y la superioridad que tenía sobre las mujeres

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Los reos lo describían como una personas tranquila y callada a la que le importaba mucho su apariencia

El Chalequero fue aprehendido por primera vez por el detective Francisco Chávez. Foto: Wiki Commons | Archivo

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Las historias de asesinos seriales en todo el mundo se han encargado de dejarnos la piel helada, ya sean los asesinatos de Jack el Destripador, Harold Shipman, Luis Alfredo Garavito, Gilles de Rais, Ted Bundy, por decir algunos, todos ellos sembraron terror entre las personas que vivieron al mismo tiempo que ellos. 

Estados Unidos, Inglaterra y Alemania son los tres países en donde más se han registrado casos de asesinos seriales, sin embargo México no se queda sin estar en la lista.

En esta ocasión te contaremos la historia del primer asesino serial mexicano conocido, 'El Chalequero'. 

¿Quién fue el Chalequero?

Es seguro que El Chalequero no es el primer asesino serial de México, sin embargo, sí es el primero del que se tiene registro y hasta un perfil psicológico, y es por eso que es considerado como el primero.

Gran parte de lo anterior se debe a que cometió sus crímenes en la Ciudad de México, y en un país centralista como el nuestro sólo son importantes para el gran público las noticias que pasan en la capital. 

Su nombre real era Francisco Guerrero Pérez, pero él usaba el alias de Antonio Prida, se le acusó de asesinar alrededor de 20 prostitutas entre los años de 1880 y 1888, coincidiendo en tiempo, aunque a muchos kilómetros de distancia, con Jack el Destripador.

Nació en alguna parte del Bajío en 1840, fue el decimoprimer hijo de una familia pobre y era maltratado por su madre, probablemente debido a la ausencia de su padre. 

A pesar de ser una persona altamente misógina, contrajo matrimonio y tuvo 4 hijos.

Sin embargo, también tuvo hijos fuera del matrimonio y tuvo muchas amantes, las cuales lo mantenían, y llegó a tener todo un harén de prostitutas a su servicio. Lo que nos lleva a sus asesinatos.

De acuerdo con el primer volumen del "Libro Rojo" de Gerardo Villadelángel, en 1862, a los 22 años de edad, Francisco Guerrero emigró a la Ciudad de México para trabajar para un zapatero, sin sospechar que daría rienda suelta a sus maniacos planes en la capital. 

'El destripador del Río Consulado', 'El destripador mexicano', y 'El Barbazul mexicano' eran solamente algunos de los apodos que le dio la prensa para identificarlo, pero el más famoso fue 'El Chalequero'.

Los vecinos y personas cercanas a su casa ya sabían que los asesinatos de alguna manera estaban relacionados con él, sobre todo porque a él le gustaba presumir de sus asesinatos, pero nunca se atrevieron a denunciarlo por miedo.

¿Por qué se le apodó como 'El Chalequero'?

Son dos las teorías sobre el origen del alias 'Chalequero'; porque el término se refiere a la expresión “a puro chaleco”, que significa que cualquier mujer a la que se sintiera atraído sería su pareja sexual, quisiera o no, según señala el libro 'Hábitos, normas y escándalo: prensa, criminalidad y drogas durante el Porfiriato tardío' coordinado por Ricardo Pérez Montfort.

La otra teoría es más simple, y se debía que siempre vestía con chalecos. 

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¿Cómo asesinaba 'El Chalequero'?

Hernán Almaguer en un reportaje para "Sangre y Plomo", señaló que Francisco Guerrero veía a las personas como objetos y que las mujeres sólo eran vistas por él como un objeto para cumplir un fin sexual.

Y, aunque era una persona carismática y con apariencia presentable, los reportes indican que era un psicópata, que no sentía culpa ni empatía, y desde el principio de sus conquistas sabía cómo usaría a las mujeres que atraía con su carisma. 

El Chalequero se acercaba a sus víctimas como un cliente más. Luego se ganaba su confianza con galanteo. Cuando las tenía en un lugar vulnerable, las ultrajaba, y las asesinaba por estrangulación o degollamiento, incluso a varias de sus víctimas llegó a decapitarlas con su cuchillo para curtir la piel, que usaba en su oficio de zapatero. Finalmente, arrojaba los cuerpos en el río Consulado para no dejar pistas. 

El Chalequero violaba para demostrarles, según él, el poder y la superioridad que tenía sobre las mujeres.

Y, aunque casi todas sus víctimas eran prostitutas, no las mataba por su oficio, sino porque eran vulnerables.

Pero otros reportes afirman que también las mataba porque creía que estaban cometiendo un pecado y que su trabajo era inmoral. 

En 1888, El Chalequero fue aprehendido por primera vez, por el detective llamado Francisco Chávez, quien lo arrestó después de ser denunciado por varios vecinos de la zona.

Durante ese mismo año fue condenado a la pena de muerte, pero algunos reportes afirman que el entonces presidente Porfirio Díaz redujo su sentencia a 20 años y salió libre por un error burocrático en 1904 y volvió a matar.

En el 'Libro Rojo' está relatado que Guerrero Pérez cometió varios errores que llevaron a su segunda captura. 

Un menor de edad identificado como José Inés Rodríguez fue testigo de la violación, tortura, y homicidio de una mujer de la tercera edad.

El testigo se encontraba con su ganado cerca del Río Consulado cuando escuchó los gritos de la víctima. Otras dos hermanas, de apellido Solorio, vieron a El Chalequero limpiarse la sangre de la cara, el tórax, y los brazos con agua del arroyo. Pronto fue atrapado y llevado a Lecumberri. 

Los reos que compartieron cárcel con él lo describían como una persona tranquila y callada a la que le importaba mucho su apariencia.

De hecho, se cuenta que en una ocasión le escribió una carta al director de la cárcel para pedirle que informara a su familia si le podían llevar ropa nueva que estuviera al nivel de su educación.

El Chalequero murió antes de que pudiera recibir una sentencia, fue hallado inconsciente en su celda y trasladado al Hospital Juárez, donde fue declarado muerto. Esto ocurrió en 1910, el año que se detonó la Revolución Mexicana.