Cómo hacer una calaverita literaria
N+
Se acercan las vísperas de Día de Muertos, y con ellas las calaveritas literarias. Con esta guía podrás hacer sin problemas tus propias creaciones.
Cómo hacer una calaverita literaria
COMPARTE:
¿Ya sabes cómo hacer una calaverita literaria? Aquí te explicamos la manera de hacer una y seguir con esta bonita tradición. La calaverita literaria es una las tradiciones más picarescas que acompañan al Día de Muertos. Sirven tanto para elogiar a los difuntos como para recordarle la muerte a los vivos. La calaverita es un texto lírico de corte satírico (es decir, es un poema con el que se intenta hacer una burla para diversión de la audiencia). Desde sus inicios, estos poemas parodiaban a las clases altas, consecuentemente convirtiéndose en fuertes críticas políticas contra la sociedad y los gobernantes. Actualmente, estos textos no necesariamente son críticos, pero su factor humorístico sigue siendo una constante. No importa si se le dedica a un vivo o a un muerto, a un amigo o a un enemigo, cualquiera puede escribir una calaverita y aquí te daremos 5 tips que considerar a la hora de hacerlo.
1. La estructura común de la calaverita: cuartetas octosílabos
Un poema está compuesto por estrofas (los "párrafos" del poema), y las estrofas están compuestas por versos (las líneas o renglones). Aunque no hay un formato fijo para las calaveritas, lo más usual es estructurarlas como cuartetas octosílabos. Es decir, cada estrofa de la calaverita está formada por 4 versos de ocho sílabas cada uno. Un ejemplo paradigmático, son las primeras estrofas escritas por José Guadalupe Posada junto a su icónica ilustración "Calavera Garbancera", mejor conocida como La Catrina.
Hay hermosas garbanceras, (verso 1) De corsé y alto tacón; (verso 2) Pero han de ser calaveras, (verso 3) Calaveras del montón. (verso 4)
Recuerda: no hay una estructura fija, así que puedes jugar con el número de sílabas y versos de las estrofas, pero ese número tiene que ser siempre igual. Si tu primer verso es de 11 sílabas, los siguientes también lo deben de ser; a esto se le conoce como métrica constante.
2. Cómo contar sílabas
Usualmente basta con dividir las palabras en sus sílabas naturales:
Hay her-mo-sas gar-ban-ce-ras, (8 sílabas)
Sin embargo, hay algunas reglas que tomar en cuenta a la hora de contar las sílabas: Los diptongos y los hiatos entre palabras (cuando la primera palabra termina en vocal y la segunda empieza en vocal, o h + vocal, por ejemplo: "célebre edificio", "la hoguera") pueden ser contados como una sola sílaba. Este recurso se llama sinalefa:
De cor-sé yal-to ta-cón; (7 sílabas + palabra aguda al final = 8 sílabas) Pe-rohan de ser ca-la-ve-ras, (8 sílabas)
Los versos que terminan en una palabra aguda (con el acento tónico en la última sílaba, e.g. ratón, arroz, hoz) se les agrega una sílaba más:
Ca-la-ve-ras del mon-tón. (7 sílabas + palabra aguda al final = 8 sílabas)
De manera análoga, los versos que terminan en una palabra esdrújula (con el acento tónico en la antepenúltima sílaba o antes, ejemplo: esdrújula, célebre, cándido) se les resta una sílaba.
3. Mejor que contar, cantar
Una forma fácil de hacer una texto con versos octosílabos, es intentar cantarlos al ritmo de "La Llorona", canción popular que tiene este tipo de verso (sin contar la palabra Llorona).
No sé qué ten-gan las flo-res, [Llorona] Las flo-res del cam-po-san-to, Que cuan-do las me-ceel vien-to, [Llorona] Pa-re-ce quees-tán llo-ran-do.
4. Rimas Consonantes
Las últimas palabras de cada verso deben de rimar. Las dos opciones más populares de rima son ABAB y ABBA. En una rima ABAB, el primer y el tercer verso riman entre ellos, además del segundo con el cuarto:
A: Gata que te pintas chapas B: Con ladrillo o bermellón: A: La muerte dirá: "No escapas, B: "Eres cráneo del montón."
En un rima ABBA, el primer verso rima con el último, y el segundo con el tercero.
5. Haz un relato jocoso
Le dediques tu calaverita a un amigo, familiar, una celebridad, un político, animales o sucesos, tu narración debe de ser satírica. No temas caricaturizar (exagerar) las características de la persona que retratas y procura rematar con un final inesperado. Las calaveritas, aunque hablan de un tema solemne, son divertimentos, así que deben de tener sentido del humor y como cada buen chiste, tener un buen remate. 