¿Por Qué el Papalote Museo del Niño Cerró su Megapantalla IMAX?
La Megapantalla IMAX del Papalote Museo del Niño tenía una altura equivalente a un edificio de cinco pisos
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Luego de 30 años, la Megapantalla IMAX cerró sus puertas. Foto: Cuartoscuro | Archivo
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Después de 30 años desde su inauguración y luego de haber recibido a más de 18 millones de personas, la Megapantalla IMAX del Papalote Museo del Niño de la Ciudad de México (CDMX) cerró sus puertas y ya no brindará más funciones.
Aquí te vamos a explicar la razón detrás de esta medida y te vamos a recordar qué tipo de películas se podían ver en este impresionante formato.
¿Por qué cerró Definitivamente la Megapantalla IMAX del Papalote Museo del Niño?
La noticia del cierre de la Megapantalla IMAX fue confirmada por el propio Papalote Museo del Niño, que comenzó recordando que esta sala de proyecciones abrió sus puertas en el año 1993.
Fue la primera sala IMAX de la CDMX, y la segunda de México, la primera sala IMAX se inauguró en el Planetario Alfa en Monterrey en 1978.
La razón detrás del cierre de la sala IMAX del Papalote se debe a un par de cuestiones importantes.
La primera es que el contrato entre el Museo y IMAX terminó, y se decidió no renovarlo.
Esto se debe, y esta es la segunda razón detrás del cierre, a que el formato de las películas que se proyectaban en la Megapantalla IMAX es análogo, lo que reducía la oferta de las películas que se podían programar y que resulten atractivas para el público.
Así, luego de tres décadas en las que proyectaron 80 películas diferentes, el pasado 2 de mayo la Megapantalla IMAX del Papalote Museo del Niño cerró definitivamente sus puertas.
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Estas son las características de la Megapantalla IMAX
Ver una película en la Megapantalla IMAX del Papalote Museo del Niño no era poca cosa.
Y es que, cuando se inauguró sólo se proyectaban películas en dos dimensiones. Diez años después comenzaron a hacerlo en 3D.
Esto resultaba en la proyección de documentales de ecología, biodiversidad y muchísimas culturas alrededor del mundo en una experiencia inmersiva.
Esto se lograba gracias a sus 17 metros de alto -algo así como un edificio de cinco pisos- en una pantalla curva que proyectaba cintas en 70 milímetros. Además, en cada función podían entrar 323 personas.
Pese a lo anterior, el Papalote anunció que ya explora nuevos formatos y posibilidades para ofrecer nuevas experiencias a sus visitantes.