Durante la tarde del 26 de noviembre de 2024, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) y de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) acudieron a clausurar un albergue para animales en la colonia Narvarte Poniente. El desalojo causó un conflicto entre policías y vecinos, quienes aseguraron que los animales no eran maltratados.
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Clausuran albergue de animales en la Narvarte
El albergue En Busca de un Hogar fue clausurado por elementos capitalinos. Según una denuncia ciudadana, los animales estaban hacinados y eran maltratados en el inmueble ubicado en la calle de Xochicalco, a la altura de La Morena, en la colonia Narvarte Poniente.
Sonia “N”, encargada del albergue ubicado en la alcaldía Benito Juárez, fue detenida por agentes y trasladada a la fiscalía. Después de su detención, autoridades llevaron a cabo el desalojo del inmueble, donde se rescató a 24 perros y 29 palomas.
El albergue no habría contado con los permisos correspondientes para operar.
Pelea entre vecinos y policías por albergue En Busca de un Hogar
Durante el operativo, varios vecinos acudieron al lugar a defender que los animales no recibían maltrato en dicho albergue. Algunos señalaron ser voluntarios que se encargaban de cuidar y pasear a los perros sin retribución alguna.
Otros más defendieron que los únicos animales en transportadoras y jaulas eran aquellos que estaban bajo observación para determinar si podían convivir con otros animales o si estaban enfermos. Igualmente, algunos vecinos defendieron que los algunos perros eran de su propiedad y no estaban abandonados.
Cuatro perros del albergue En Busca de un Hogar fueron resguardados por los propios vecinos. Isabel, una voluntaria, declaró a N+ que todos los animales estaban debidamente cuidados:
Todos están desparasitados, todos están vacunados. Evidentemente están expuestos a enfermedades aquí, pero a donde sea que se los lleven van a estar mucho peor, esta es su casa y no sabemos qué va a pasar con ellos.
Durante el desalojo del albergue, policías y vecinos llegaron a los empujones y los intercambios de gritos. Los vecinos intentaron formar una valla humana para impedir el desalojo.
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