Crece en Centro Histórico de CDMX un Nuevo Barrio Chino

Desde hace meses, las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México están experimentando el crecimiento del mercado de productos chinos, muchos de ellos de procedencia ilegal, que se almacenan en inmuebles de la zona que no cuentan con los permisos de suelo y que ni siquiera están habilitados como bodegas.

Las calles que tradicionalmente albergaron comercios y hasta vecindades ahora conforman un nuevo barrio chino en la Ciudad de México, que se enfoca en la venta de artículos diversos.

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José Luis Santiago, vendedor de vestidos de novia, es uno de los más de 70 comerciantes que están siendo desplazados del Centro Histórico tras la llegada de inversionistas asiáticos a la zona. 

Esto es un dolor porque aquí vivieron mis abuelos, aquí fabrico el vestido de 15 años; aquí, mi familia lleva 81 años

Su tienda de vestidos de novia estaba instalada en el 52 de la calle de Honduras, pero su arrendador le ha pedido el lugar para el próximo 15 de agosto porque, dice, lo vendió a empresarios chinos y coreanos.

Ofrecen más renta de la que tú pagas: si pagas 20, ellos te ofrecen 60 y pagan cinco años por adelantado

Expansión de comercio asiático en CDMX

La expansión del comercio y cultura asiáticas en la Ciudad de México comenzó hace una década con pequeños locales y se intensificó después de la pandemia con edificios completos, que hoy están habilitados como grandes almacenes. José Luis recuerda la llegada china:

En el 2022, empezaron a llegar, a hostigar, local por local: quién es el dueño, cuánto pagan de renta y empezaron a comprar. Todos los edificios se vuelven bodegas

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Este fenómeno ha transformado las tradicionales calles del Centro Histórico, lo que un día fueron escaparates de moda se transformaron en tiendas de manufactura china, no hay más clientes para los vestidos de novia o quince años, solo se observa el vaivén de diableros con toneladas de mercancía asiática.

José Luis Santiago explica que durante la noche llegan más de 30 tráileres a descargar los productos, por lo que pide poner reglas sobre el uso de espacios de almacenamiento.

Vienen aquí, 30 o 40 tráileres en la noche a descargar, o sea, eso no es el Centro Histórico, debemos poner reglas claras, donde se pueden poner bodegas y hasta dónde se va a permitir esto

La autoridad del Centro Histórico asegura que en un radio de 16 cuadras hay por lo menos 75 bodegas y seis locales de envío de paquetería terrestre a diversas partes del país, esto está transformando la convivencia entre quienes viven en la zona, comerciantes y asiáticos.

Un uso irregular de los espacios en el Centro Histórico

Al respecto, José Manuel Oropeza, autoridad del Centro Histórico, explica la evolución que han tenido las calles del Centro Histórico de la capital mexicana.

De repente, se empezaron a saturar las calles y espacio públicos de filas de diableros y de la invasión de las baquetas por las bodegas que de manera incorrecta e ilegal se apropian de las banquetas para hacer labores de carga y descarga

Además, indica que estos comercios violan el uso de suelo, convirtieron sitios habitacionales en comerciales sin los permisos correspondientes.

Es un tema integral que tiene que ver con usos de suelo, con temas de protección civil, con temas de establecimiento mercantiles y, obviamente, también con el uso de la vía pública

En los edificios donde se ha instalado el comercio de productos chinos se encuentran vecindades que carecen de documentación legal, estaban abandonadas y han sido modificadas en su totalidad e inclusive han sido calificadas como ilegales.

Ante esta situación, habitantes del Centro Histórico como Pablo Gutiérrez aseguran que la alcaldía no tiene conocimiento de este tipo de construcciones clandestinas.

Aquí, construyeron; aquí la alcaldía no tiene conocimiento de ella y la PAOT determinó que es una obra clandestina

Tal es el caso del número 7 de la calle Joaquín Herrera: el inmueble no tenía permiso de construcción y aún así construyeron pisos de más, tampoco cuentan con un dictamen técnico en materia de conservación patrimonial y mucho menos con un programa de protección civil.

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Con información de Abraham Reza, Adrián Tinoco y Fátima Monterrosa.

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