¿El Calor es Culpa del Guacamole?

El guacamole es uno de los dips más populares del mundo, pero muchos no saben que su consumo es uno de los culpables del incremento del calor en México.

¿A qué se debe esto? A continuación te explicamos la relación entre el guacamole y la ola de calor. 

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El guacamole en el mundo

La palabra guacamole se forma con la contracción de las palabras de origen náhuatl "ahuacatl", aguacate, y "molli", que significa salsa.

Originalmente se le llamaba "ahuacamolli", pero con el tiempo deformó hasta el actual guacamole, que significa literalmente "salsa de aguacate".

Durante siglos fue un platillo popular, mucho más común en las casas de las personas de bajos recursos, pero poco a poco se volvió parte del gusto de todo México.

Todavía a inicios de los años noventa comer guacamole era muy barato. El aguacate y el resto de ingredientes que conforman este platillo, como la cebolla y el cilantro, costaban unos pocos pesos. 

De hecho, el famoso taco placero, que se regalaba en varios puestos de los tianguis y solía tener aguacate o guacamole, era visto como una comida "de pobre".

Pero, de manera acelerada, el precio del aguacate se disparó, y dejó de ser un alimento habitual en las mesas de la mayoría.

Lo anterior se debe a que, gracias a los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos con su comida y tradiciones, el dip de guacamole se volvió un platillo popular, sobre todo para comer durante los eventos deportivos.

El punto de inflexión ocurrió en 1997, cuando Estados Unidos terminó con una prohibición de importación del aguacate mexicano, que había durado 87 años.

Desde entonces el 80 % del aguacate que se produce en México no se consume en nuestro país, se exporta principalmente a Estados Unidos, donde se paga muy bien, sobre todo cerca del Super Bowl. 

¿Por qué el consumo de guacamole produce más calor en México?

Decir que tenemos calor por el guacamole suena raro, pero es una realidad que a muchos les pasa por alto.

Y es que, la mejor forma de aminorar el calor y la contaminación es con árboles, pero los intereses económicos de los productores de aguacate y de las grandes constructoras, borran en una noche bosques enteros, para sus monocultivos de agave y aguacate.

Esto pasa por razones diversas en todo el país; la principal es que los productores agrícolas prefieren atender las demandas del mercado internacional que las de la naturaleza o las comunidades en las que viven.

En los últimos 20 años hemos deforestado miles de hectáreas de bosques de pinos, encinos y oyameles para los monocultivos, principalmente de agaves y aguacate.

Los monocultivos acentúan los efectos del cambio climático, al favorecer la degradación de los suelos; muy por el contrario, los árboles absorben el calor y el CO2; además de darnos cientos de otros beneficios a nosotros y cientos de especies más.

También ha afectado a nuestro clima derribar árboles para construir fraccionamientos y plazas comerciales.

De hecho, entre 2001 y 2021, México perdió 4,385,850 hectáreas de bosques, casi el equivalente a la superficie de Yucatán. En ese periodo de tiempo, la deforestación anual fue de 208 mil 850 hectáreas.

La mejor forma de aminorar el calor, la contaminación y los efectos negativos de los rayos UV es apostando por los árboles. Necesitamos más árboles, muchos más, en nuestras ciudades. 

Así que, en pocas palabras, lo que tú sientes no es calor, es desmonte.