Por los altos costos que representa, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) cancelará el lanzamiento de un satélite de la misión GeoCarb, la cual iba a monitorear las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano en América.
El satélite tenía un costo estimado de 166 millones de dólares, pero las cifras más recientes de la NASA mostraron que hacerlo real costaría más de 600 millones de dólares e implicaría una demora de “muchos años”.
A pesar de que la agencia invirtió 170 millones de dólares, la reactivación del proyecto no parece cercana. La institución pleneaba situar el artefacto a unos 35 mil 786 kilómetros de la Tierra, en una órbita geoestacionaria desde la que también se observarían los cambios en la vegetación en los extremos del continente.
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Pero aunque el satélite no se materializará, la agencia asegura que sus misiones están comprometidas con las soluciones al cambio climático.
Aún estamos comprometidos con hacer esa ciencia. Pero vamos a tener que concretarla de otra manera
Gases tóxicos para la Tierra
Los gases de efecto invernadero, entre los que se encuentran el CO2 y el metano, son los principales agentes del calentamiento global y el cambio climático, que ha comenzado a afectar a decenas de naciones vulnerables ante el aumento del nivel del mar y las extremas olas de calor.
El lanzamiento de un satélite que pueda monitorear los cambios o potenciales fugas de estos gases contribuiría a la llamada “justicia climática” que busca que los principales contaminadores paguen por los daños, lo cual incluye a las empresas energéticas.
De manera natural, el dióxido de carbono puede encontrarse en la atmósfera como parte del Ciclo del Carbono, que tiene funciones complejas en los procesos químicos y biológicos de todos los seres vivos. Pero a pesar de que el carbono es un componente inherente a la vida, una sobreproducción del CO2 o el metano alteran el equilibro de la Tierra.
Actualmente, la NASA obtiene datos sobre el metano mediante un instrumento especial a bordo de la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, hacen falta estudios sobre el calentamiento global asociado a fenómenos climáticos extremos.
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Con información de AP
MR