Los Elefantes Usan Nombres Propios entre Ellos, según Nuevo Estudio
Un nuevo estudio encontró que los elefantes se asignan sonidos específicos entre ellos, lo que sería equivalentes los nombres propios de los humanos
Elisa de Gortari | N+
Elefantes usan nombres propios entre ellos. Foto: Pexels | Ilustrativa
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Los elefantes usan nombres propios entre ellos. Así lo ha demostrado un nuevo estudio que ha encontrado por primera vez evidencia de este comportamiento más allá de los seres humanos.
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Los nombres propios no son exclusivos de humanos
Dicen que para cada persona no hay sonido más dulce que el de su propio nombre. El conferencista y autor Dale Carnegie solía contar que Franklin D. Roosevelt se sabía los nombres de todas las personas que trabajaban en la Casa Blanca.
Los nombres propios son cruciales entre los humanos. Sin embargo, hasta ahora se habían visto pocos comportamientos análogos entre otros animales.
El fenómeno más cercano ocurre entre delfines y loros, que se dirigen a sus congéneres imitando las llamadas del destinatario. Esto sería equivalente a que llamáramos a la gente arremedándola.
De ahí que por mucho tiempo los científicos creyeran que los nombres propios eran un fenómeno exclusivo de los humanos y que incluso sugiriesen que era posterior a la invención del lenguaje articulado.
Elefantes de Kenia usan nombres propios entre ellos
Sin embargo esta noción ha sido derribada de forma radical por un nuevo estudio elaborado por científicos de la Universidad Estatal de Colorado. Según este estudio, los elefantes africanos (Loxodonta africana) usan nombres únicos y exclusivos para llamarse entre ellos. Al respecto, el estudio publicado en Nature Ecology & Evolution explica:
Aquí presentamos evidencia de que los elefantes africanos salvajes se dirigen entre sí con llamadas específicas individualmente, probablemente sin depender de la imitación del receptor.
Los científicos utilizaron machine learning para analizar 469 ruidos profundos emitidos por familias de elefantes africanos en Kenia. Los resultados arrojaron que los elefantes se asignan entre ellos llamadas específicas e individuales, justo como los nombres propios de los humanos.
Por si fuera poco, los científicos lograron atraer la atención de elefantes específicos reproduciendo sus nombres:
Los elefantes respondieron de manera diferente a las reproducciones de llamadas originalmente dirigidas a ellos en relación con las llamadas dirigidas a un individuo diferente.
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