Los Latidos Podrían Determinar Cómo Percibimos el Tiempo
Científicos señalan que nuestro corazón sería el responsable de que a veces el tiempo parezca pasar más rápida o más lentamente
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Es por todos conocido el hecho de que el tiempo parece que transcurre más lento o más rápido en diferentes circunstancias. Para aquellos que disfrutan un momento de gozo, el tiempo puede pasar muy rápido; aquellos en un momento de angustia o de aburrimiento sentirán que este pasa muy lentamente.
Por mucho tiempo se ha buscado una explicación científica a este fenómeno. Aunque se creía que el corazón influía en la forma en que las personas perciben el paso del tiempo, los estudios al respecto habían sido insuficientes.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell ha publicado un artículo en la revista Psychophysiology en el que afirman que, efectivamente, nuestros latidos influirían en cómo experimentamos el tiempo. Sobre el peculiar problema de psicología que abordaron, los investigadores escribieron lo siguiente:
El tiempo subjetivo es maleable. En lugar de ser una dimensión uniforme, la duración percibida tiene "arrugas", con ciertos intervalos que parecen dilatarse o contraerse en relación con el tiempo objetivo
Para conocer cómo aparecen estas “arrugas” en que el tiempo se hace más largo o más corto, los científicos examinaron “la interacción entre la dinámica cardíaca fina y la experiencia momentánea de intervalos de subsegundos”. Con este fin, los científicos midieron de forma muy precisa los latidos de varios voluntarios.
Posteriormente, se les pidió que calcularan la duración de varios sonidos que estaban sincronizados con su corazón. Los sonidos seleccionados iban de los 80 a los 188 milisegundos de duración, por lo que se consideran especialmente cortos.
Tras analizar los datos, los científicos encontraron que la frecuencia cardíaca influía en cómo los participantes calculaban la duración de los sonidos. Al respecto, el estudio señala:
Los resultados revelaron la existencia de “arrugas” temporales —dilatación o contracción de intervalos cortos— en sincronía con la dinámica cardíaca. Una frecuencia cardíaca anterior al estímulo más baja se asoció con un sesgo inicial en la codificación de la duración del estímulo a nivel de milisegundos como más larga
Esto significa que un ritmo más alto o más bajo los inclinaba a señalar que el sonido había durado más o menos milisegundos. Para los investigadores, estos resultados demostrarían que el ritmo del corazón influye en la velocidad con que se percibe el paso del tiempo:
Estos hallazgos sugieren un papel único de la dinámica cardíaca en la experiencia momentánea del tiempo. Se espera que este estudio y su metodología sirvan para investigar a mayor profundidad el rol del corazón en la percepción temporal
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