La Vida Inteligente en la Tierra No Era tan Improbable como se Creía, Según Nueva Teoría
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Por décadas se ha considerado que la aparición del ‘Homo sapiens’ ocurrió gracias a eventos en extremo improbables, pero esta nueva teoría indica que la vida inteligente no era tan extraordinaria
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¿Qué tan difícil fue el surgimiento de la vida inteligente en la Tierra? Foto: NASA
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¿Qué tan improbable era la aparición de vida inteligente en la Tierra? Por décadas, la ciencia ha considerado que los humanos somos fruto de varios accidente en extremo improbables. Sin embargo, una nueva teoría indica que la aparición de vida inteligente no fue tan difícil como podría pensarse.
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¿Qué tan difícil es la aparición de la vida inteligente?
En los años cincuenta, el físico Enrico Fermi notó una aparente paradoja: hay cientos de miles de planetas, alrededor de decenas de miles de estrellas, solamente en la Vía Láctea. Sin embargo, no hemos contactado con ninguna civilización extraterrestre. ¿Era posible que en todo el universo solo existieran los humanos?
Esta duda pronto fue bautizada como la “paradoja de Fermi” y desde entonces ha dirigido buena parte de la investigación sobre la vida extraterrestre, así como la imaginación de los autores de ciencia ficción.
Como una posible respuesta a este problema, el físico Brandon Carter propuso la existencia de un “gran filtro” que impide el surgimiento de las civilizaciones avanzadas. Según esta idea, ya sea porque su desarrollo toma mucho tiempo o porque su existencia es frágil, los extraterrestres no tendrían muchas oportunidades estadísticas de prosperar en el universo.
A la hipótesis del Gran Filtro los científicos han añadido un apéndice: el de los “pasos difíciles”. Según esta idea, la aparición de los seres humanos habría dependido de varios eventos en extremo improbables, desde las veces en que esquivamos la extinción hasta la ubicación específica del planeta en el sistema solar.
La vida inteligente no sería tan improbable
No obstante, esta no sería toda la verdad. Una nueva hipótesis científica señala que la vida inteligente no sería tan improbable como podría pensarse; incluso, algunos de los pasos previos a su surgimiento sería meramente “cuestión de tiempo”.
Así lo ha propuesto un equipo de investigadores en la revista Science Advances. Liderados por el astrobiólogo Jason Wright, estos científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania señalan que el modelo de los “pasos difíciles” no describiría con precisión cómo evoluciona la vida.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han echado mano de las matemáticas y de una visión crítica de la microbiología que sostiene el modelo del Gran Filtro. En el artículo se lee:
Proponemos un modelo alternativo en el que no hay pasos estrictos y las singularidades evolutivas necesarias para los orígenes humanos pueden explicarse mediante mecanismos ajenos a la improbabilidad intrínseca.
Si bien el modelo matemático presentado por estos científicos no sugiere que la aparición de los humanos fuese “inevitable”, sí indica que el surgimiento de una especie animal inteligente no es en extremo improbable. En lugar de concebir la inteligencia como el fin de varios “pasos difíciles”, los investigadores señalan que los cambios del clima terrestre habría ofrecido sucesivas “ventanas” donde fue oportuna nuestra evolución:
El momento de los orígenes humanos estuvo controlado por la apertura secuencial de nuevas ventanas ambientales globales de habitabilidad a lo largo de la historia de la Tierra.
Según este modelo, la vida inteligente habría podido aparecer de varias maneras según las oportunidades que ha dado el planeta. Esto significa que los científicos que hoy buscan vida extraterrestre acaso no están buscando de la forma adecuada: una civilización avanzada podría existir allá afuera, aunque no sea exactamente como nosotros.
Al respecto, la microbióloga Jennifer Macalady, quien participó en la investigación, declaró a Nature:
Las innovaciones biológicas que se consideran difíciles o improbables podrían en realidad ocurrir rápidamente —geológicamente hablando—, tan pronto como el entorno lo permita.
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