¿Qué Significa Matar a una Mujer por Ser Mujer?: Historia del Feminicidio
El término 'femicide' vio la luz en 1974 en Estados Unidos. No obstante, no sería hasta dos años después que Diana Russell redefiniría y llevaría al auge la palabra
Mariana Martell
COMPARTE:
"Si tú no me matas, yo sí te voy a matar", fueron las últimas palabras que Ingrid Escamilla escuchó antes de que su pareja la asesinara en 2020; dos años antes, 'Los monstruos de Ecatepec', Juan Carlos y Patricia, fueron detenidos transportando los restos de Nancy Huitrón en una carriola y acusados del feminicidio de 10 mujeres más. En 2021, México volvió a horrorizarse con la captura de Filomeno Mendoza, alías 'El caníbal de Atizapán', quien durante 30 años secuestró, mató y, probablemente, comió a varias de sus víctimas, todas ellas mujeres.
Crímenes violentos, como los anteriores, y a la sombra de la impunidad han marcado profundamente a México. Sin embargo, el feminicidio no es un problema que aqueja únicamente a nuestro país, pues sucede en todo el mundo, en donde, tan solo en 2021, 81 mil 100 mujeres fueron asesinadas intencionalmente, de las cuales 45 mil perdieron la vida a manos de su pareja u otros familiares, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estos datos muestran los riesgos que enfrentan millones de mujeres en su día a día, pero para entender a fondo el fenómeno de la violencia contra las mujeres es necesario hacer una radiografía completa del problema, partiendo del origen del concepto de feminicidio.
Origen del feminicidio
El término 'femicide' vio la luz por primera vez en 1974 en Estados Unidos, año en el que Carol Orlock desarrolló el concepto. No obstante, no sería hasta dos años después que Diana Russell se convertiría en la precursora que redefiniría y llevaría al auge la palabra.
Russell presentó el concepto públicamente durante el primer Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres, convocado en 1976 en Bruselas, Bélgica, marcando así un precedente histórico en la lucha contra la violencia de género.
Posteriormente, en los años noventa, el término finalmente sentaría sus bases, gracias al trabajo conjunto de Russell, Jane Caputi y Jill Radford, al establecer el femicidio como "el asesinato de mujeres por ser mujeres" motivado por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad sobre las mujeres.
Años después, la mexicana Marcela Lagarde, antropóloga y exdiputada federal, transformaría el término, pasando de femicidio a feminicidio, al incluir, por primera vez, al Estado como parte responsable del asesinato de mujeres por crímenes de odio, debido al alto índice de impunidad y a la falta de políticas efectivas para erradicarlo.
¿Qué es un feminicidio?
Tras varias décadas de análisis, se coincidió en que el feminicidio es la forma más brutal y extrema a la que puede llegar la violencia de género, pues culmina con el asesinato violento de una mujer por el simple hecho de serlo.
Los asesinatos en su mayoría son cometidos por la pareja sentimental, parientes, amigos o personas en las que las víctimas confían; aunque también pueden ser cometidos por extraños y grupos de delincuencia organizada.
En ese sentido, una gran cantidad de los feminicidios pueden ir acompañados de violencia extrema antes, durante y después del asesinato, como por ejemplo abuso sexual y lesiones o mutilaciones degradantes en el cuerpo de la víctima.
Por ese motivo es que el asesinato de mujeres por razones de género, es considerado hoy en día como un problema estructural, que ha crecido de manera alarmante como resultado de la violencia, discriminación, relaciones de poder y dominación que las mujeres viven.
El feminicidio en el mundo
Hablar sobre qué tan profundo es el problema del feminicidio en el mundo resulta complejo, debido a que no existen datos estadísticos que contemplen este delito de manera estandarizada a nivel mundial.
Lo anterior se debe a que la tipificación del feminicidio no existe en todas las legislaciones del mundo y, en los casos en los que sí, ésta utiliza parámetros diferentes para considerarlo como tal.
Hasta el 2019, en Latinoamérica solo siete países contemplaban el feminicidio dentro de sus códigos penales, siendo México la primera nación que propuso incluirlo como una figura legal y castigarlo.
Pese a lo anterior, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés) intentó dar una perspectiva real y más precisa del problema en el estudio ‘Estimaciones mundiales de asesinatos de mujeres y niñas en el ámbito privado’.
Dicho análisis reveló que durante 2021, en promedio, cada hora, más de cinco mujeres o niñas fueron asesinadas por alguien de su propia familia.
Y aunque la inmensa mayoría de los homicidios que se comenten en el mundo son contra hombres, el diferenciador es que el 56% de los homicidios de mujeres son cometidos por parejas íntimas o familiares, mientras que solo el 11 % de los homicidios de hombres ocurren de esa forma.
De manera global, en 2021, Asia registró 17 mil 800 homicidios de mujeres y niñas a manos de la pareja o de la familia; África, 17 mil 200; América, 7 mil 500; Europa, 2 mil 500 y Oceanía, 300.
Feminicidio en México
Los asesinatos violentos de mujeres en México han sucedido siempre; Sin embargo, la denuncia de los crímenes y exigencia de justicia cobró fuerza públicamente a consecuencia de la gran ola de homicidios de mujeres y niñas que ocurrieron en Ciudad Juárez, Chihuahua, entre 1993 y 1999.
De acuerdo con los registros, el número de feminicidios en ese entonces superaron los 100 casos, aunque la cifra real podría ser mucho más elevada si se contemplan los casos olvidados, no denunciados o no investigados, por lo que diversos colectivos feministas y familiares estiman que el número podría sobrepasar las 500 víctimas.
A partir de entonces, la lucha por el esclarecimiento de los crímenes y por la creación de políticas públicas en contra de la violencia hacia la mujer, impulsadas en mayor medida por la sociedad civil, culminaron en la instauración del feminicidio como figura penal en nuestro país, el cual está tipificado en el artículo 325 del Código Penal Federal y es castigado con de cuarenta a sesenta años de prisión y de quinientos a mil días de multa.
Ese artículo establece que el homicidio de una mujer en México deberá investigarse como feminicidio cuando se presente una o varias de las siguientes circunstancias:
- La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo.
- A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia.
- Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima.
- Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.
- Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima.
- La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida.
- El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
Pese a estos avances, de 2018 a la fecha, 217 mil 776 mujeres han sido asesinadas en México, de las cuales solo 1 de cada 4 muertes se investiga como feminicidio, siendo el Estado de México, Oaxaca, Veracruz, Nuevo León, Ciudad de México, Chiapas y Chihuahua las entidades que acumulan la mayoría de casos.