Día del Beso: ¿Qué Pasa en Nuestro Cuerpo Cuando Besamos?
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El beso más largo registrado en el mundo duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos
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"Un mundo nace cuando dos se besan", aquella poética frase de Octavio Paz parecería ser la descripción más acertada para tratar de entender el torrencial de emociones, sustancias y pensamientos que recorren nuestro cuerpo y cerebro cuando nos besamos.
Y es que parecería ser que los besos esconden, además de una especie de magia, una enorme intriga que durante décadas ha apasionado tanto a poetas y románticos como a científicos y eruditos, pues, aunque desde diversos ámbitos, todos coinciden en que un beso genera en quien lo recibe y en quien lo da un cambio.
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Sin embargo, el Día del Beso, que se conmemora el 13 de abril de cada año, en honor del beso más largo del que se tienen registros, el cual sucedió en 2013 y duró 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, es la oportunidad perfecta para desmenuzar cada una de las reacciones que los besos provocan en nuestro cuerpo.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo y cerebro cuando besamos?
La ciencia detrás de un beso indica que, al momento en el que nos besamos, en nuestro cuerpo se liberan varias sustancias, entre las que se destacan la serotonina y la oxitocina, esta última conocida como la hormona del amor, las cuales provocan una sensación de bienestar y tranquilidad.
Además de lo anterior, durante el beso también se libera dopamina, que es una sustancia directamente relacionada con la sensación de placer en el cerebro.
No obstante, la liberación de sustancias relacionadas con la felicidad y el placer no es lo único interesante que sucede en nuestro interior cuando nos besamos, sino que también está comprobado que al hacerlo quemamos hasta 24 calorías por minuto.
Diversos estudios apuntan a que las parejas que empiezan y terminan el día con un beso pueden llegar a vivir entre 20 y 30 por ciento más que aquellas que no, lo que podría representar una media de cinco años más de vida.
Sin duda, el poder que los besos tienen en nosotros traspasa la barrera de lo físico y nos transportan a un plano de bienestar que nos deja deseando que algunos besos fueran eternos.