No Es Tu Culpa; Descubren Por Qué el Cerebro Prefiere Comida Grasosa

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Un nuevo estudio analizó por qué el cerebro da preferencia a los alimentos que son más grasosos

Estudian por qué el cerebro humano prefiere la comida grasosa

Estudian por qué el cerebro humano prefiere la comida grasosa. Foto: Pexels | Ilustrativa

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Para nadie es un secreto que la comida grasosa es especialmente rica. La gran duda que por años han querido resolver los científicos era por qué: ¿qué hay en los alimentos ricos en grasas que nos parecen más atractivos? Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge estudio la forma en que reacciona el cerebro a estos alimentos.

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Estudian el cerebro con malteadas

El cerebro es, en buena medida, el órgano más importante de nuestro sistema digestivo: nos dice cuándo comer, interpreta los sabores que mandan el olfato y el gusto y da la orden de detenernos cuando identifica que hay saciedad. Por ello, científicos del Departamento de Psicología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge estudiaron cómo el cerebro influye en la percepción de los alimentos ricos en grasas.

Científicos usaron malteadas para estudiar la grasa de los alimentos. Foto: Pexels | Ilustrativa

Para ello los investigadores convocaron a varios voluntarios a los que proveyeron con distintas malteadas en los que variaban la textura derivada de la presencia de grasas y azúcares. En el artículo publicado en el Journal of Neuroscience se lee lo siguiente:

Voluntarios masculinos y femeninos tomaron muestras y evaluaron alimentos líquidos con nutrientes controlados que variaban en grasa y azúcar ("malteadas")

La finalidad era medir la forma en que una parte del cerebro, la corteza orbitofrontal, “traduce las sensaciones orales evocadas por los alimentos ricos en grasas”. Paralelamente, para cuantificar la textura de los alimentos, los investigadores analizaron la fricción que estos producían en lenguas de cerdo.

Nuestro cerebro premia la textura suave de las grasas

Al combinar estos dos análisis, los científicos encontraron que el cerebro privilegia la textura suave que adquieren los alimentos con mayores cantidades de grasas. En el estudio se lee lo siguiente:

Los individuos cuya corteza orbitofrontal era más sensible a la textura oral relacionada con la grasa consumieron más grasa durante la alimentación voluntaria

Tacos espolvoreados con cebolla y cilantro
La textura de los alimentos es lo que permite al cerebro identificar las grasas. Foto: Pexels | Ilustrativa

Esto significa que cuando comemos, el cerebro detecta la grasa a través de la fricción que produce el bolo alimenticio. En función de esto, el cerebro nos recompensa por ingerir alimentos con mayor presencia de grasas

Nuestros hallazgos sugieren que los sistemas de recompensa del cerebro humano detectan la grasa de la dieta a partir de la fricción por deslizamiento oral, un parámetro alimentario mecánico que probablemente gobierna nuestras experiencias alimentarias diarias al mediar en las interacciones entre los alimentos y las superficies orales

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