Cientos de niños forman parte de los peregrinos denominados como sanjuaneros, quienes caminan más de 80 kilómetros si salen de la Y griega de León, Guanajuato. Aunque otros recorren distancias más largas y por varios días para llegar a la basílica de la Inmaculada Virgen de San Juan de los Lagos, Jalisco.
Muchos van acompañando a sus padres, otros aún en sus brazos, por necesidad, por el pago de una manda o para pedir a la virgencita la ayuda en la resolución de algún problema.
Sin embargo, a pesar de la dura travesía, la energía y la buena actitud que les causa el vivir nuevas experiencias son el motor para continuar caminando al lado de sus familiares.
Para muchos niños, este peregrinaje es solo el inicio de una tradición que les durará a lo largo de su vida y lo heredarán a sus hijos y nietos.
Información de Jorge Villalobos
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